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Embrapa Prioriza el Mejoramiento Genético de Raíces para la Conservación del Suelo y el Agua

La inversión en el mejoramiento genético de raíces fue destacada como una solución clave de I+D por el Grupo de Trabajo sobre Conservación y Gestión del Suelo y el Agua de Brasil para promover el uso sostenible de estos recursos vitales.

El grupo, formado por 11 expertos de varios departamentos, presentó sus hallazgos el 13 de febrero, enfatizando la importancia de las soluciones genéticas para mejorar la densidad, profundidad y longevidad de las raíces en especies de gramíneas utilizadas con plantas económicamente valiosas, según un comunicado de prensa.

“Las raíces estabilizan la actividad biológica y la estructura del suelo, asegurando flujos saludables de energía y nutrientes”, explica el investigador de Embrapa Trigo José Denardin, quien dirigió el grupo. Las raíces más profundas crean poros continuos en el suelo, facilitando el flujo de calor, agua, aire y nutrientes a los cultivos.

Este proceso, central para el Sistema de Siembra Directa, mejora la productividad agrícola al aumentar la infiltración de agua, reducir los riesgos de inundaciones y erosión durante las fuertes lluvias y mejorar la disponibilidad de agua para las plantas en condiciones de sequía. “La selección de plantas de servicio, con énfasis en gramíneas de verano que poseen raíces con esas características, tiene como objetivo asociarlas o combinarlas con el cultivo de especies productoras de granos y fibras de interés económico”, afirmó Denardin.

Según el director de Investigación y Desarrollo, Clenio Pillon, existen otras líneas de I+D muy relevantes en lo que respecta a la gestión de la conservación del suelo y el agua, como el desarrollo de estudios socioeconómicos que permitan establecer indicadores de bajo costo para monitorear el uso de buenas prácticas agrícolas. “Embrapa tiene mucha experiencia en el área de detección y monitoreo satelital para garantizar que esos indicadores puedan ser monitoreados de forma remota, facilitando el trabajo de agentes de financiamiento, empresas de trazabilidad y aseguradoras. Esos indicadores, sellados por la investigación, pueden representar nuevas oportunidades para monetizar lo que hacemos con nuevos públicos”, afirmó el director.

Esos indicadores posibilitan el establecimiento de premios e incentivos para los productores que adopten prácticas agrícolas sustentables, como la siembra directa y los sistemas integrados cultivo-ganadería-forestal. Además, al reducir los riesgos asociados a eventos extremos y aumentar la probabilidad de mejores cosechas, se vuelve razonable ofrecer primas de seguro más bajas, junto con otros beneficios.

“Lo importante a tener en cuenta es que hoy trabajamos con públicos diversos en un nuevo modelo de agricultura multifuncional, que embarca nuevas oportunidades para que Embrapa continúe mostrando su valor público a la sociedad. Por lo tanto, tenemos que pensar en soluciones que contemplen la resiliencia climática, la soberanía, la sostenibilidad, la salubridad, la trazabilidad y la salud única, entre otros desafíos”, agrega Pillon.

Invertir en transferencia de tecnología es crucial para garantizar que las tecnologías sostenibles desarrolladas por instituciones de investigación agrícola, incluida Embrapa y otras, lleguen al sector productivo de manera más eficiente. Como señalaron los miembros del GT y el director Pillon, los esfuerzos deben extenderse más allá de las actividades tradicionales como días de campo y unidades de demostración. “La transferencia de tecnología en el contexto contemporáneo abarca el uso de plataformas digitales: integración de diferentes áreas de conocimiento, adopción de prácticas colaborativas, innovación abierta y conectividad. En resumen, es necesaria una inversión continua en investigación y desarrollo, con foco en nuevas tecnologías y prácticas sostenibles más integradas para garantizar la conservación y el uso sostenible del suelo y del agua en Brasil”, enfatiza el director de I+D.

Perspectivas Legales y Agronómicas

El GT presentó un panorama histórico de la gestión conservacionista en Brasil a partir de la década de 1960. El estudio destaca que fue a fines de la década de 1970 cuando el concepto de conservacionismo se integró realmente a las prácticas agrícolas. Este enfoque se centró en la gestión de los recursos naturales para satisfacer las necesidades actuales de la humanidad sin comprometer esos recursos para las generaciones futuras, al mismo tiempo que fomenta el crecimiento económico, la sostenibilidad ambiental y el bienestar social.

El comunicado señala que desde el punto de vista legal, es importante considerar los incentivos, obligaciones y prohibiciones establecidos por la ley. En cambio, el contexto agronómico se centra en los aspectos evolutivos de la investigación y el desarrollo. Los estudios del GT revelaron que las innovaciones tecnológicas en la conservación del suelo y del agua se han centrado principalmente en las áreas cultivadas con cultivos anuales, aunque también se han adaptado a las especies perennes. Desde una perspectiva agronómica, la creación de Embrapa en la década de 1970 aceleró significativamente la investigación en conservación de suelos y agua, posicionando a Brasil como líder mundial en agricultura de conservación. Este logro fue respaldado por importantes contribuciones de instituciones de ciencia y tecnología del sector privado, como destacó Pillon.

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