Incluso la sola idea de tener conversaciones difíciles hace que tanto los introvertidos como los extrovertidos se pongan a cubierto. ¿No sería bueno tener un sistema a seguir? Una forma de aumentar las posibilidades de que esas conversaciones difíciles salgan mejor.
No solo existe un proceso para tener conversaciones que importen, sino que lo utilizan profesionales exitosos de todo el mundo, pero dicho esto, no es un esfuerzo que se haga en un abrir y cerrar de ojos. ¿Cómo construimos un proceso para estos momentos? ¿Cómo creamos un entorno en el que todos tengan claro cuál es su posición, los próximos pasos y, en última instancia, cómo es la línea de meta?
He trabajado con profesionales de la industria de las semillas de todo el mundo en todo tipo de cuestiones, desde adquisiciones de empresas familiares hasta grandes fusiones multinacionales y problemas internos de los equipos… todo lo cual generó muchas conversaciones difíciles que debían gestionarse en un proceso. Por eso, me considero “capaz” y “entusiasmado” cuando se trata de estas situaciones. SIN EMBARGO, me encontré en el otro lado de esto la otra noche cuando estaba trabajando en un pequeño y complicado “problema de crianza” con uno de mis cinco hijos y tuve a mi esposa como mediadora para ayudar a manejar esta difícil tarea. Ella definió hábilmente desde el principio cómo podría ser un proceso, obtuvo la aceptación de cada una de las partes respectivas y luego no solo se comprometió a mantener el espacio para que cada uno hablara hasta que se sintiera escuchado, sino que, lo que es más importante, entró en la “escena” con el compromiso de llegar a una meta, no a SU meta.
Bueno, en medio de la discusión, no me sentí controlado, no me sentí presionado, sentí que alguien nos estaba ayudando a tener una conversación que era importante para todos y que tenía implicaciones para futuras interacciones, por lo que debía ser completa. Buenas noticias, sigo siendo padre y todavía tengo cinco hijos que me aman. Pero fue un fuerte recordatorio cuando volví a autoevaluar la situación, que necesitaba su ayuda… Necesitaba que alguien me ayudara a poner en marcha un sistema de comprensión y alguien que fuera “externo” a la situación inmediata… que comprendiera las partes en movimiento pero que no estuviera tan estrechamente conectado. Me pagan por hacer todas esas cosas, pero cuando se trataba de MI situación y MI conversación difícil de tener, yo también necesitaba apoyo para que sucediera. ¡Siempre se aprenden lecciones!
Pero seamos claros: facilitar una conversación es diferente a facilitar una solución. Las conversaciones se tratan de exploración: abrir el espacio para ideas, pensamientos y opiniones. Las soluciones requieren más estructura. Al abordar un problema, es necesario definir la línea de meta, identificar a las partes interesadas y determinar el proceso para alcanzar la meta.
También es importante distinguir entre facilitación, mediación y moderación. Estos tres roles pueden compartir conjuntos de habilidades similares, pero sus objetivos difieren. Los facilitadores guían las conversaciones para fomentar la comprensión. Los mediadores trabajan para resolver conflictos encontrando puntos en común. Los moderadores dan forma al flujo de las discusiones, influyendo en la solidez y la dirección de las relaciones. Cada función es vital, y es fundamental saber cuándo aplicar cada una.
