El tizón tardío sigue siendo un desafío crítico para los productores de papa de todo el mundo: en condiciones ambientales favorables, las pérdidas por esta enfermedad pueden llegar al 100 por ciento.
En un seminario web reciente presentado por el Congreso Mundial de la Papa (WPC), Ivette Acuña de Chile compartió el trabajo innovador que se está realizando en América Latina para combatir el tizón tardío mediante la implementación de un sistema de alerta temprana destinado a permitir prácticas de manejo preventivas y sostenibles.
Acuña enfatizó la importancia de la papa como cultivo básico, donde la agricultura familiar juega un papel importante en los medios de vida y la seguridad alimentaria. El seminario web destacó el resurgimiento del tizón tardío como una preocupación apremiante, exacerbada por la inestabilidad climática y la variabilidad de los patógenos. En estas condiciones cambiantes, la necesidad de estrategias de mitigación efectivas nunca ha sido más crítica.
Entendiendo el tizón tardío
El tizón tardío, causado por el hongo patógeno Phytophthora infestans, afecta a las plantas de papa en todas las etapas de crecimiento. Los síntomas pueden afectar no sólo a las hojas y los tallos, sino también a los tubérculos, lo que tiene graves repercusiones económicas para los productores. Las condiciones ambientales que favorecen la enfermedad (temperaturas entre siete y 25 grados centígrados, alta humedad y humedad prolongada de las hojas) son cada vez más frecuentes debido al cambio climático.
Como señaló Acuña, es posible que las prácticas de gestión tradicionales ya no sean suficientes frente a tales desafíos. Por lo tanto, los enfoques innovadores son esenciales para salvaguardar la producción de papa en la región.
Enfoques innovadores de gestion
El proyecto, lanzado en colaboración con varios países, entre ellos Chile, Argentina, Ecuador y Panamá, se centró en el desarrollo de un sistema de alerta temprana diseñado específicamente para agricultores familiares. El objetivo principal era crear una plataforma que permitiera la gestión de riesgos y guiara a los productores de papa en la toma de decisiones informadas basadas en datos en tiempo real sobre las amenazas de enfermedades.
Los componentes clave de la iniciativa incluyeron un seguimiento riguroso de Phytophthora infestans utilizando un nuevo método de recopilación de síntomas con tarjetas FTL. Este enfoque permitió a los investigadores identificar la presencia de enfermedades y alertar a los productores rápidamente. Además, la evaluación de la susceptibilidad de varios cultivares de papa proporcionó información fundamental para desarrollar estrategias de resistencia efectivas.
“Fuimos testigos de un aumento notable en la comprensión de los productores sobre las condiciones ambientales que podrían provocar el tizón tardío”, dijo Acuña en su presentación. “Esta conciencia les permite tomar medidas proactivas y ajustar sus prácticas en consecuencia”.
Demostrar eficacia a través de la colaboración
El proyecto fomentó estrechas asociaciones entre investigadores y agricultores, lo que permitió la difusión de conocimientos y la aplicación práctica del sistema de alerta temprana. Acuña explicó cómo este marco cooperativo facilitó el diálogo continuo, ayudando a los agricultores a adaptar sus estrategias basándose en alertas en tiempo real y mejores prácticas comprobadas.
Como resultado, muchos agricultores participantes informaron de una reducción sustancial en la aplicación de fungicidas, lo que llevó a una disminución en el uso de productos químicos y en el impacto ambiental de más del 50 por ciento. Este enfoque proactivo no sólo preservó el rendimiento de los cultivos, sino que también fomentó un mayor sentido de sostenibilidad dentro de las comunidades agrícolas involucradas.
Mirando hacia el futuro: prácticas sostenibles para los productores de papa
La experiencia compartida por Acuña subrayó la necesidad apremiante de un monitoreo y adaptación continuos en el cultivo de papa. A medida que persisten los desafíos relacionados con el clima, es imperativo que los productores de papa adopten soluciones innovadoras que prioricen las prácticas sostenibles. El desarrollo de sistemas sólidos de alerta temprana, junto con esfuerzos enfocados en la resistencia de los cultivares, puede mejorar significativamente la resiliencia de la producción de papa en América Latina.
De cara al futuro, Acuña enfatizó que la cooperación continua entre países y sectores será vital para compartir conocimientos y desarrollar la capacidad necesaria para abordar desafíos comunes.
“Debemos seguir intercambiando información y mejores prácticas”, afirmó. “Juntos podemos lograr avances significativos para mejorar la productividad y garantizar la seguridad alimentaria”.
Este trabajo proactivo sirve como un poderoso recordatorio de la importancia de la innovación, la educación y la colaboración. La adopción de estos modelos de conocimiento compartido y aplicación práctica puede capacitar a los agricultores para proteger sus cultivos y contribuir a un futuro más sostenible para la seguridad alimentaria mundial.
Como ilustra el trabajo de Ivette Acuña, la lucha contra el tizón tardío no se trata sólo de proteger las patatas; se trata de asegurar los medios de vida y garantizar que las generaciones futuras puedan beneficiarse de este cultivo vital.
Vea una grabación del seminario web completo en el sitio web de WPC.
