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Cómo Mejorar el Movimiento de Semillas en el Mundo – Parte 2

Una Inmersión Profunda en el Enfoque de Sistemas Multilaterales

Lea Parte 1 del artículo aquí

POR QUÉ ES IMPORTANTE: Mover semillas alrededor del mundo puede ser un verdadero dolor de cabeza. Uno de los principales obstáculos que hay que superar son las numerosas y a menudo divergentes normativas fitosanitarias nacionales. Cada país tiene una serie de requisitos diferentes. Estas diferencias normativas imponen a las empresas una gran presión en términos de recursos para cumplir con tantos requisitos, provocando retrasos e incluso rechazos de los envíos de semillas.

Una solución para superar estos problemas es el enfoque de sistemas multilaterales (ES), un concepto que el sector de las semillas está proponiendo y promoviendo. Los ES se han utilizado con eficacia en muchos sectores agrícolas, aunque aún no en el sector de las semillas. Para saber más sobre el ES, Seed World Europe habló con Isabel Bezuidenhout, responsable fitosanitaria de la Organización Sudafricana de Semillas (SANSOR), Merel Langens, responsable global de asuntos industriales del negocio de semillas hortícolas de BASF y presidenta del Grupo de Expertos en Enfoque de Sistemas de la Federación Internacional de Semillas (ISF), y Rose Souza Richards, responsable de sanidad de semillas de la ISF.

Cuando hablamos de este tema en la Parte 1, vimos por qué era necesaria la propuesta de ES, qué implica y cuáles son sus principales ventajas. En esta Parte 2, analizaremos las experiencias con un ES, lo que deben hacer los países y las empresas para prepararse y qué avances se han logrado hasta ahora en el ámbito normativo.

Experiencia con un Enfoque Sistémico

“Se puede aprender de las experiencias y estudios de casos de la aplicación de los ES que han tenido la Convención Internacional de Protección Fitosanitaria (CIPF) y sus países miembros. Estas experiencias tienen un formato bilateral y se refieren a frutas y hortalizas frescas”, afirma Souza Richards.

La CIPF, como organismo mundial de normalización de las medidas fitosanitarias, anima a los países a compartir sus experiencias y mejores prácticas con el objetivo de fomentar el intercambio de conocimientos y mejorar la aplicación de los ES en todo el mundo.

Merel Langens

“Los ejemplos citados son sólo algunos, y existen muchas más experiencias en formato bilateral a nivel mundial. Sin embargo, en el caso de las semillas no existe ninguna hasta la fecha y con carácter multilateral.

“Sin embargo, hay varios proyectos de ES para semillas en fase de diseño, como es el caso del proyecto COSAVE para semillas de maíz, ReFreSH en EE.UU. y en la ISF a nivel internacional”, añade Souza Richards.

Langens añade que el ES previsto para el sector de las semillas es algo diferente, ya que sería ideal que funcionara como un sistema multilateral.

Además, los ES suelen aplicarse para evitar prohibiciones de importación o cuando no se dispone de una medida única.

Así pues, el ES se concibe como una medida fitosanitaria alternativa, desarrollada en colaboración entre las ONPF y el sector de las semillas. Bezuidenhout subraya que un ES para semillas no se basará en requisitos específicos por plaga.

Por el contrario, incluiría requisitos fitosanitarios generales para lograr un control multi-específico.

No obstante, según Langens, es beneficioso examinar los ES existentes. “Incluso con estas diferencias identificadas, creo que la CIPF y las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF) pueden obtener valiosos conocimientos de estos ES existentes”.

Implementación de un Enfoque Sistémico

La implementación de un ES a escala nacional u organizativa requiere de una planificación y coordinación cuidadosa. Es importante que tanto las ONPF como las empresas generen la confianza, la capacidad y los conocimientos necesarios para aplicar eficazmente un ES.

Isabel Bezuidenhout

“Esto puede lograrse mediante programas de formación, acceso a recursos científicos y técnicos y colaboración con las organizaciones nacionales e internacionales pertinentes. Invirtiendo en formación, infraestructura y coordinación, tanto las ONPF como las empresas pueden establecer sistemas sólidos para gestionar los riesgos fitosanitarios y garantizar el cumplimiento de las normas internacionales, facilitando en última instancia un comercio seguro de productos agrícolas”, afirma Bezuidenhout.

“Al principio será necesario que los participantes en la ES y las ONPF inviertan tiempo y recursos”, afirma Langens. “Un criterio importante para las empresas será disponer de un sistema de gestión de la calidad.

“Para ponerlo en marcha se necesitarán tiempo y recursos, pero se espera que los beneficios del ES (como una mayor previsibilidad del movimiento de semillas) compensen las inversiones necesarias. Las ONPF tendrán que adaptarse a un nuevo papel de supervisión del sistema”.

Souza Richards afirma que la implantación de un ES requerirá un esfuerzo de colaboración entre las distintas partes interesadas, incluidas las ONPF, las autoridades competentes y las empresas. A su juicio, para implantar un ES en las organizaciones es necesario tener en cuenta los siguientes aspectos:

  • Evaluar las prácticas actuales: evaluar las medidas, procedimientos y reglamentos fitosanitarios vigentes para identificar las áreas en las que se puede aplicar un ES. Esta evaluación ayuda a determinar el ámbito y el alcance de los cambios necesarios.
  • Evaluación y gestión del riesgo: realizar evaluaciones exhaustivas del riesgo para identificar los posibles riesgos de plagas y enfermedades asociados a los productos básicos específicos y a las vías implicadas en el comercio. Desarrollar estrategias y medidas de gestión de riesgos para mitigarlos eficazmente.
  • Desarrollo de protocolos: desarrollar colaborativamente protocolos y directrices que describan los requisitos y procedimientos para aplicar el ES. Estos protocolos deben detallar las medidas fitosanitarias, las prácticas de producción, los tratamientos y los procesos de certificación que deben seguirse.
  • Formación y creación de capacidad: ofrecer programas de formación y creación de capacidad a las ONPF, las autoridades competentes y las empresas que participan en el comercio de plantas y productos vegetales. La capacitación debe abarcar los principios de los ES, las metodologías de evaluación del riesgo, la identificación de plagas, la aplicación de tratamientos, los procedimientos de certificación y el cumplimiento de los reglamentos fitosanitarios. Esto garantiza que el personal tenga los conocimientos y habilidades necesarios para implementar y mantener los ES.
  • Infraestructura e instalaciones: evaluar la infraestructura y las instalaciones existentes para determinar si se requieren mejoras o adiciones para apoyar la implementación de los ES. Esto puede incluir laboratorios para la identificación de plagas y la realización de pruebas, instalaciones de tratamiento, estaciones de inspección e instalaciones para las visitas e inspecciones de los lugares de producción.
  • Asignación de recursos: evaluar las necesidades de recursos para implementar un ES, incluyendo los niveles de personal, experiencia y capacidades de las ONPF y las empresas. Es posible que se necesite personal adicional con experiencia en los procesos de evaluación de riesgos, inspección, tratamiento y certificación. También deberán asignarse recursos financieros adecuados para apoyar eficazmente la aplicación de los ES.
  • Participación de las partes interesadas: fomentar la colaboración y la comunicación entre las ONPF, las empresas, las asociaciones industriales, las instituciones de investigación y otras partes interesadas. Entablar un diálogo y una coordinación regulares para garantizar una comprensión común de los requisitos, funciones y responsabilidades en materia de ES.
  • Proyectos piloto y seguimiento: considerar la realización de proyectos piloto para probar y perfeccionar el ES antes de su aplicación a gran escala. Supervisar y evaluar la eficacia de los ES, incluido su impacto en la protección fitosanitaria, la facilitación del comercio y la utilización de los recursos. Realizar los ajustes necesarios en función de los resultados del seguimiento.

Los requisitos específicos de aplicación pueden variar según el país, el sector y los productos de que se trate. “La revisión periódica, la recopilación de información y la mejora continua son esenciales para el éxito de la aplicación de los ES y su eficacia a largo plazo para salvaguardar la sanidad vegetal y apoyar el comercio”, afirma Souza Richards.

Avances Normativos

La CIPF está elaborando un anexo a la NIMF 38, dedicado específicamente a los ES para semillas. Este anexo proporcionará una orientación más detallada sobre la aplicación de los ES para las medidas fitosanitarias.

Rose Souza Richards

El progreso del anexo a la NIMF 38 ha sido continuo, con debates y consultas entre los países miembros de la CIPF y las partes interesadas pertinentes.

“Cabe señalar que la elaboración y finalización de normas internacionales en el marco de la CIPF puede llevar tiempo debido a la necesidad de consenso entre los países participantes.

“El progreso fue bastante bueno al principio, pero los miembros no pudieron llegar a un consenso en la última reunión de la Comisión de Medidas Fitosanitarias (CMF) en 2023.

“Esto puede deberse a la complejidad del movimiento internacional de semillas, al concepto multilateral o a cuestiones políticas”, afirma Bezuidenhout.

Souza Richards comparte sus perspectivas sobre las luchas y oposiciones comunes que pueden obstaculizar el progreso en la implantación de un ES para las semillas:

  • Complejidad de los sistemas de semillas: las semillas son complejas en cuanto a su diversidad, movimiento y riesgos potenciales de plagas y enfermedades. La aplicación de un ES para las semillas exige tener en cuenta las complejidades del sistema mundial de semillas, que incluye diversos tipos de semillas, cadenas de suministro y redes de distribución. Abordar estas complejidades y desarrollar medidas armonizadas es todo un reto.
  • Diferencias en los enfoques normativos: los países tienen distintas normativas y enfoques fitosanitarios en relación con el movimiento de semillas. Armonizar estas normativas y alinearlas con un ES es una tarea compleja, ya que puede requerir ajustes en los marcos normativos existentes y en las prioridades nacionales. Las diferencias en la interpretación y aplicación de los datos científicos y las metodologías de evaluación de riesgos también pueden contribuir a la oposición o a la lentitud de los avances.
  • Equilibrar la facilitación del comercio y la gestión del riesgo de plagas: los debates sobre la aplicación de un ES para las semillas implican equilibrar la facilitación del comercio y la gestión del riesgo de plagas. Algunos países pueden dar prioridad a medidas más estrictas para proteger sus industrias agrícolas y ecosistemas, mientras que otros pueden hacer hincapié en la facilitación del comercio. Encontrar un terreno común que garantice una gestión eficaz del riesgo de plagas y, al mismo tiempo, minimice las interrupciones del comercio puede ser un proceso complejo y delicado.

A pesar de estas posibles dificultades, la CIPF ofrece una plataforma para que los países miembros colaboren, intercambien conocimientos y trabajen para armonizar las medidas fitosanitarias, incluidas las relacionadas con las semillas. “Los debates continuos, los esfuerzos de creación de capacidad y la participación de las partes interesadas pueden ayudar a abordar los retos, superar la oposición y avanzar en la aplicación de un ES para las semillas”, afirma Souza Richards.

EJEMPLOS DE UN ENFOQUE SISTÉMICO QUE FUNCIONE

Gestión de la mosca de la fruta en los países mediterráneos: Los países mediterráneos han aplicado con éxito un ES para gestionar las plagas de la mosca de la fruta, incluida la mosca mediterránea de la fruta (Ceratitis capitata) y la mosca oriental de la fruta (Bactrocera dorsalis). Estos países, entre los que se encuentran España, Italia, y Grecia, han desarrollado ES exhaustivas que integran una serie de medidas fitosanitarias, como la higiene de los huertos, el embolsado de la fruta, el trampeo, las técnicas de aniquilación de machos y los tratamientos postcosecha. Estos ES han demostrado su eficacia para reducir las poblaciones de mosca de la fruta y facilitar el comercio internacional de frutas.

Gestión de la mancha negra de los cítricos en Sudáfrica: Sudáfrica ha implementado un ES para manejar el riesgo fitosanitario asociado con la mancha negra de los cítricos (Guignardia citricarpa). El ES incluye prácticas de manejo de huertos, procedimientos de empaque y tratamientos poscosecha para garantizar la exportación de cítricos libres de esta enfermedad. La aplicación con éxito del ES ha permitido a Sudáfrica mantener el acceso al mercado de sus productos cítricos.

Exportación de manzanas desde Nueva Zelanda: Nueva Zelanda ha implementado un ES para manejar las especies reglamentadas de polillas asociadas con las manzanas de exportación a varios países, entre ellos China y EE.UU. El ES incluye el manejo de plagas en el campo, como el trampeo de polillas y la interrupción del apareamiento para reducir la prevalencia de la plaga. También incluye la eliminación de la fruta infestada en el momento de la cosecha y prácticas de gestión del huerto después de la cosecha, normas de calidad de la fruta, control de plagas, tratamientos después de la cosecha y documentación adecuada. El enfoque sistémico se apoya en la formación, el registro de los participantes en el sistema, el buen mantenimiento de registros, la seguridad fitosanitaria del producto para la exportación y las buenas prácticas de la industria. Gracias a la aplicación de este ES, Nueva Zelanda ha podido cumplir los requisitos fitosanitarios de los países importadores y mantener el acceso al mercado para sus exportaciones de manzanas.

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