Estoy regresando a casa cansada pero energizada tras la finalización del 9° Congreso de Semillas de las Américas, celebrado del 30 de septiembre al 2 de octubre en Buenos Aires.
Asistir al Congreso fue una experiencia realmente positiva para mí. Tuve la oportunidad de hacer muchas conexiones nuevas y de conocer cara a cara a quienes venía interactuando desde que empecé mi trabajo en Seed World. Me parece que he cumplido con mi misión: conectar a la gente dentro de la industria de las semillas.
Durante la semana del congreso, pregunté a la mayoría de mis entrevistados con qué tres palabras describirían a las semillas. Fue muy interesante ver la gran variación de prioridades, así como los temas coincidentes descritas en esas tres palabras. Los descriptores más comunes fueron: comienzo, vida, futuro, innovación y sostenibilidad. Para mí es un privilegio poder contar esta historia y compartir la importancia de algo tan crucial para la humanidad como son las semillas.
Me satisface enormemente contribuir a este sector en crecimiento, especialmente en el contexto de nuestra región de Latino América. Uno de los aspectos que más me gustan de formar parte de la industria de las semillas es saber que mi trabajo está relacionado con algo de una importancia tan crucial para el mundo. Como comunicadora, hablar de semillas tiene un profundo significado. Las semillas son la base de la vida, son la fuente de la alimentación y la nutrición, y sin ellas la humanidad simplemente no puede sobrevivir. Las innovaciones que exploramos en el campo del fitomejoramiento, desde los cultivos resistentes a la sequía hasta el control de plagas y la mejora del rendimiento, repercuten directamente en la seguridad alimentaria mundial.
Los asistentes expresaron su satisfacción con el evento, especialmente por las oportunidades de entablar conversaciones fructíferas en diversos ámbitos de la industria semillera. El Congreso logró conectar exitosamente a los participantes, fomentando la colaboración para afrontar los retos actuales e impulsar el progreso hacia objetivos compartidos.
También me encantó aprender acerca de algunos avances científicos de vanguardia. La edición genética, una de las principales temáticas del Congreso, es una parte vital de afrontar el desafío de alimentar a una población global creciente con menos recursos y con el cambio climático a cuestas.
Mientras gran parte del Congreso se centró en lo positivo, uno de los temas complejos abordados en el Congreso fue la dificultad del movimiento global de semillas y de mercancías. Y esta complicación fue un asunto que experimenté de primera mano al intentar distribuir el último número de nuestra revista Seed World LATAM en el evento. Lamentablemente, las revistas fueron retenidas por la aduana argentina, un ejemplo frustrante de las barreras burocráticas que impiden el progreso en nuestra región. América Latina tiene una normativa y procedimientos muy complejos. Hace falta trabajar para destrabar estas complejidades y facilitar el desarrollo de las actividades de esta industria y de otras, encaminándose hacia un mayor progreso económico para la región. Asimismo, es un error suponer que lo que funciona bien en un lugar será igual en otro, en parte porque lo que tiene sentido para una cultura no siempre se traduce de la misma forma en otra.
A pesar del problema con las revistas, el 9º Congreso de Semillas de las Américas en Buenos Aires fue una experiencia productiva, enriquecedora y divertida. Argentina es un país maravilloso y Buenos Aires es una ciudad encantadora con una arquitectura impresionante y una escena gastronómica increíble si eres un foodie como yo. En general, ha sido una experiencia gratificante.
Si usted asistió al Congreso, ¿cuáles fueron los puntos más importantes para usted y su empresa o asociación? Me encantaría conocer su opinión. Escríbame a emansur@seedworldgroup.com.