En 2016, las Naciones Unidas se comprometieron con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, incluida la inmensa tarea de acabar con el hambre en el mundo para el año 2030. A solo siete cosechas de la fecha prevista, ¿es alcanzable el objetivo?
SEED WORLD tuvo el honor de abordar esta gran pregunta sobre el hambre en el mundo en una entrevista personal con Chikelu Mba, Director Adjunto de la División de Producción y Protección Vegetal de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en la reunión anual del centenario de la Asociación Internacional de Ensayos de Semillas (ISTA), celebrada en Cambridge (Reino Unido) a principios de julio.
“Tal como están las cosas ahora, una de cada 10 personas sufre el azote del hambre y la malnutrición en el mundo. Si piensan que estas estadísticas son tan terribles, les voy a sorprender aún más. En el África subsahariana, casi una de cada cuatro personas se acuesta con hambre cada día”, afirmó.
Las semillas son el primer paso para llenar estómagos hambrientos. Como dijo Mba: “No hay buenas cosechas sin buenas semillas”. Pero resulta increíblemente difícil averiguar cómo hacer llegar semillas de calidad a todos los que las necesitan, especialmente a los pequeños agricultores, a menudo de subsistencia, de muchas de las regiones más pobres del mundo.
Mba destacó la cruda realidad del África subsahariana, donde menos del 10% de las semillas utilizadas por los agricultores se someten a un control de calidad. Esta falta de semillas de calidad agrava la inseguridad alimentaria y la malnutrición. Como dijo: “Si las semillas no germinan, nada más importa”.
La FAO trabaja para apoyar el acceso de los agricultores a semillas de calidad a través de dos vías principales: mecanismos normativos e intervenciones directas. La primera consiste en reunir a las principales partes interesadas para acordar políticas, normas y reglamentos comunes, mientras que la segunda se centra en reforzar las capacidades institucionales y humanas.
Mba subrayó la necesidad de la colaboración internacional en su conjunto, incluido el apoyo al tipo de mecanismos internacionales de normas y protocolos comunes de calidad de semillas que posibilita la ISTA.
“Es absolutamente fundamental que todos hablemos el mismo idioma, que haya condiciones equitativas”, afirmó, refiriéndose tanto a las pruebas de semillas dentro de cada país como al papel fundamental que desempeñan para facilitar el intercambio de semillas entre países.
“Estos esfuerzos son cruciales para proporcionar a los agricultores las variedades de cultivos más adecuadas para sus sistemas de producción”, añadió.
Hay que reconocer que los avances para acabar con el hambre en el mundo han sido más lentos de lo esperado. De hecho, el cambio climático, los conflictos en regiones clave para la producción de alimentos y los conflictos en general están empujando las estadísticas de malnutrición en la dirección equivocada. Sin embargo, Mba sigue confiando en que alcanzar la seguridad alimentaria universal y acabar con la malnutrición es posible para la fecha límite de 2030 y con los cambios adecuados.
“El cambio es necesario, pero el cambio es posible”, afirmó.
Estos cambios incluyen pasar de un sistema agroalimentario intensivo en insumos a otro intensivo en conocimientos, aprovechar el potencial genético de los cultivos y protegerlos mejor de plagas y enfermedades.
“El camino hacia la eliminación del hambre pasa por la adopción de prácticas agrícolas innovadoras y respetuosas con el medio ambiente y por el aprovechamiento de vastos conocimientos e innovaciones”, afirmó.
En concreto, Mba dijo que un futuro con seguridad alimentaria depende de “mejores cultivos y variedades [que] aprovechen el potencial genético que se incorpora al modelo genético de nuestros cultivos, cultivándolos de formas adecuadas que no dañen el medio ambiente, que no dañen nuestra salud, y luego protegiendo los cultivos contra plagas y enfermedades utilizando la gran cantidad de conocimientos e innovaciones que tenemos a nuestra disposición mientras continuamos desarrollándonos aún más”.
Tenemos una gran tarea por delante. Por el bien de todos, añadió, “seguir como hasta ahora no es una opción”.
