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En sus propias palabras:  Ignacio Bartolomé Como CEO de GDM 

Llevando a GDM desde empresa familiar a líder mundial en la industria de las semillas.

GDM ES UNA EMPRESA familiar con una historia familiar. Remontémonos al pasado e imaginemos a los hijos de un agrónomo criados en las tierras agrícolas de Argentina, donde su padre les dio sus primeras lecciones sobre el negocio poniéndolos a hacer cruzamientos de soja, sin importar si lo hacían bien o no. Es una crianza que incluye charlas sobre agronomía, pasar tiempo con papá en el campo los sábados por la mañana, hacer asados con la gente de la empresa y jugar con sus hijos en las fiestas de fin de año. Estas prácticas poco a poco fueron puliendo la sabiduría de los hijos de Bartolomé sobre el negocio, sus personas y la cultura de la empresa.

Para Ignacio Bartolomé, esto lo llevaría a estar preparado a los 35 años para poner en práctica las lecciones entregadas por su padre, Gerardo Bartolomé, socio fundador de GDM. GDM estaba prácticamente injertado en los genes de Ignacio Bartolomé cuando, para el Año Nuevo del 2022, se convirtió oficialmente en el nuevo CEO de la multinacional agrícola más grande de Argentina, reconocida por su genética de alto rendimiento y sus programas de mejoramiento de última generación.

En su conversación con Seed World LATAM, Ignacio Bartolomé compartió la historia de esta trayectoria. Nos contó sobre el camino que emprendió por su propia cuenta antes de unirse a la compañía familiar y luego cuando padre e hijo juntos decidieron que era el momento adecuado para que Gerardo Bartolomé le pasara las llaves de GDM y le permitiera avanzar activamente con sus propios planes para el futuro de la empresa. Estos planes incluyen el dominio de tecnologías innovadoras, abrirse a nuevos mercados en todo el mundo y ampliar la cartera de la empresa para incluir una gama cada vez más amplia de cultivos y desarrollos.

Nacido en 1986 y criado en el corazón agrícola de Chacabuco, al noroeste de Buenos Aires, Bartolomé creció donde se fundó GDM. A los 19 años y recién graduado de la secundaria, co-fundó una empresa de producción de granos con dos amigos del colegio. Siguió involucrado mientras estudiaba Administración de Empresas y Software en el prestigioso ITBA (Instituto Tecnológico de Buenos Aires). Tras casi una década, se retiró de esa empresa para incorporarse como empleado en Luis Dreyfus Commodities, comercializando granos durante siete años — tres en Argentina, tres en Uruguay, y finalmente en Nueva York. El traslado a Nueva York sentó las bases para su transición a la empresa familiar.

“Cuando estaba en Nueva York, GDM estaba empezando el negocio en Estados Unidos. Después de un año allá renuncié a Dreyfus. En el 2016, mi padre y yo charlamos y nos pareció un buen momento para que yo me sume a la empresa familiar. Mi padre ya me había ofrecido un par de veces posiciones en la compañía. Pero yo tenía en mente irme a vivir afuera, trabajar con otra empresa y poder desarrollarme profesionalmente en otro lado primero,” explica Bartolomé.

Tras dos años y medio como Gerente General de GDM, Bartolomé dirige la empresa con una energía renovada impulsado por la innovación, la sostenibilidad y la colaboración. Sus objetivos para GDM van más allá de la empresa en sí: quiere que GDM sea un ejemplo para otras empresas latinoamericanas que quieran competir en un mercado global dominado por grandes potencias, como Estados Unidos, Europa y China.

“¿Por qué no puede una compañía sudamericana ser una de las top cinco empresas de semillas a nivel mundial? No hay suficientes empresas sudamericanas que lideren mundialmente en este u otros segmentos.”

Seed World LATAM se enorgullece de ofrecerles una recapitulación de nuestra conversación con Bartolomé.

SW LATAM: ¿Cómo ha sido hasta ahora tu incorporación a GDM? ¿Cuáles han sido tus mayores contribuciones desde que formaste parte de la empresa familiar?

Bartolomé: Mirá, la verdad que muy positivo. Haber trabajado en Dreyfus me ayudó mucho a entender la industria desde el otro extremo de la cadena de valor. Haberme unido a GDM en EE.UU. cuando GDM ya era grande en Sudamérica, pero no en el mercado americano fue positive porque tomé lo que se estaba haciendo en Sudamérica y aprendí cómo desarrollarlo en Norteamérica. Trabajé con los líderes de cada área para armar equipos en diferentes países y desarrollar nuestros distintos departamentos — de investigación, desarrollo, marketing, administración y finanzas. Esta colaboración me permitió entender los diferentes aspectos de la compañía, especialmente la parte de investigación que es algo más ajeno para mí ya que no soy agrónomo. Entonces, tuve que aprender mucho la parte técnica, que es el núcleo de lo que hacemos.

Lo que he podido aportar a la compañía es quizás una visión más agresiva en términos de crecimiento, que podemos expandirnos más allá del cultivo de la soja a otros donde también podemos competir, incluyendo nuestras inversiones en ciencia de datos, genómica, tecnologías digitales e inversiones mucho mayores en edición genética y biotecnología. Yo diría que esos tres o cuatro puntos son los que traje para aportar.

SW LATAM: ¿Cuál ha sido el punto más destacado de su carrera hasta ahora?

Bartolomé: Dentro de GDM, la adquisición de KWS fue una movida grande porque compramos una empresa casi del mismo tamaño que la nuestra. En general, diría que los procesos de adquisición son los puntos culminantes porque hemos comprado cuatro o cinco empresas: dos en Estados Unidos, una de genética de trigo en Brasil y las operaciones de KWS en Sudamérica. Estos son los hitos de pasar a ser una empresa realmente multi-producto y multinacional.

SW LATAM: ¿Cómo crees que responderías a esta pregunta dentro de diez años? ¿Qué logro aún no es una realidad para GDM, pero te gustaría poder contarme en 2034?

Bartolomé: En diez años, espero contarte que hemos desarrollado tecnologías que agreguen valor a los productores. Digo, biotecnología desarrollada por GDM, posible con las nuevas tecnologías del futuro. Me gustaría ser disruptivos y haber generado tecnología de valor para los agricultores globalmente, mediante el desarrollo de la biotecnología.

SW LATAM: Ok, genial. Programaré esa entrevista ahora mismo. ¿Te parece bien el 17 de julio de 2034 al mediodía? Pero hablando en serio, ¿cuáles considera que son las mayores oportunidades para GDM y para la región latinoamericana en general?

Bartolomé: Creo que hay una tremenda oportunidad en el uso de nuevas tecnologías de mejoramiento genético, como por ejemplo la edición genética, la epigenética, la genómica, la mutagénesis y la environomics. Hoy estas nuevas tecnologías son más accesibles para empresas como nosotros. Hace unos 25 años, cuando surgieron los OGM, eran desarrollos que solamente estaban al alcance de las compañías muy grandes.

En los últimos tres años, hemos hecho un salto muy grande en crecimiento e inversiones. Compramos Biotrigo en Brasil, y hoy somos el principal proveedor de genética de trigo de Sudamérica. Adquirimos las operaciones sudamericanas de KWS, lo que nos sitúa como el tercer o cuarto productor de maíz de la región. Además, adquirimos tres compañías americanas de distribución de semillas. Veo una nueva etapa de crecimiento, especialmente en el mercado de la soja en China. Hay oportunidad de expandir nuestro negocio de girasol en Europa, como también del trigo a nivel global.

Para GDM, Argentina es importante porque somos argentinos, pero Brasil es el verdadero motor de la empresa. Brasil representa alrededor del 70% de nuestra facturación total, Estados Unidos un 17-18% y Argentina un 12%. Aunque nuestras raíces y cultura son argentinas, nuestro negocio se centra predominantemente en Brasil, y estamos experimentando un crecimiento sustancial también en Estados Unidos.

Para Latinoamérica, hoy el campo de juego es Brasil, por su increíble potencial de crecimiento. Brasil tiene la mayor capacidad de crecimiento en hectáreas disponibles, tecnologías avanzadas y donde están las inversiones, que lo hacen una superpotencia en la industria de las semillas. Aprovechando el desarrollo de Brasil, países vecinos como Argentina, Uruguay, Paraguay y Bolivia pueden anclarse a su crecimiento y salir al mundo. Competir en Brasil sirve de trampolín ya que su competitividad rivaliza con los de Estados Unidos, Europa y Asia. Entonces creo que tenemos que aprovechar que Brasil está en nuestro barrio.

SW LATAM: ¿Cuáles son algunos de los obstáculos o retos que podrían dificultar el logro de estas oportunidades?

Bartolomé: Si no fuera por el proceso regulatorio de Europa, que todavía no definen si la edición genética es o no un OGM, el proceso sería mucho más barato y rápido y nos permitiría llegar al mercado con productos e innovaciones de mayor valor. Este avance es crucial porque baja las barreras de entrada para compañías como la nuestra que crean productos innovadores, y que al final agregan más valor a la agricultura.

El potencial de la biotecnología y la edición genética es una oportunidad que depende de los reguladores. Si fuera por nosotros, lanzaríamos un producto editado el año que viene. Pero mientras Europa no decide si clasificar la edición genética como OGM o no, eso frena la innovación y el desarrollo.

SW LATAM: GDM empezó como una empresa familiar y ahora está creciendo para competir con gigantes como Corteva y Bayer, adoptando características de una multinacional. ¿Qué distingue a GDM de otras empresas grandes, y por qué es importante que las empresas privadas desempeñen un papel activo en el sector?

Bartolomé: El involucramiento directo de sus dueños, que a menudo están ahí presentes, resulta en una mayor dedicación a las operaciones diarias y hace que podamos funcionar de una forma más ágil, más flexible, y avanzar a otro ritmo. Al ser propietarios, hay un interés personal en el éxito y el futuro de la empresa.

Las compañías familiares pueden tomar decisiones y generar cambios con rapidez, manteniendo relaciones cercanas con sus equipos, clientes y distribuidores. Las compañías familiares pensamos en términos de generaciones, con visión de largo plazo, pensando más en el legado de la compañía que en sus fluctuaciones a corto plazo. Esta perspectiva de largo plazo es necesario en el negocio de las semillas donde los procesos de desarrollo pueden demorar 5 a 10 años. Nuestra capacidad para planificar para las próximas décadas y no sólo trimestres supone una ventaja significativa para mantener la innovación y el crecimiento.

SW LATAM: ¿Qué consejo le darías a otras empresas semilleras privadas, quizá más pequeñas?

Bartolomé: Que se animen a competir y crecer enfocándose en el cliente final, desarrollando productos de alto valor. Así podrán expandirse con éxito. Que sean abiertas a las colaboraciones, ya que estamos en un mundo en que nadie puede hacerlo todo solo. Que busquen alianzas entre empresas privadas con culturas y preocupaciones similares. Colaborar puede ayudar a superar dificultades e impulsar el crecimiento mutuo.

SW LATAM: ¿Te ves jubilando en GDM y traspasando la empresa a la siguiente generación de la familia Bartolomé?

Bartolomé: Sí, absolutamente, Mi visión es que GDM trascienda generacionalmente, y que siga siendo una empresa familiar para mis hijos y los hijos de mis hermanas y que siempre siga generando valor y compitiendo a nivel mundial.

Construir una empresa internacional no es algo que ocurra de un año para otro. Es una ambición a largo plazo que llevará varias décadas alcanzar.

GDM INCORPORA LOS ACTIVOS DE KWS A SU CRECIENTE CARTERA

En los 42 años transcurridos desde su fundación en Argentina, GDM ha consolidado su presencia en más de 15 países. Al principio de agosto, GDM inició el proceso formal de integración de su última adquisición -los activos de maíz y sorgo de KWS en Sudamérica- tras la aprobación del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) de Brasil. 

Gracias a la adquisición de KWS, GDM espera que su participación de mercado alcance el 11% en Argentina y el 10% en Brasil, ayudando a GDM a convertirse en uno de los principales actores en genética en Sudamérica, afirma la gerente de comunicaciones de GDM, María Soledad Echagüe. 

La adquisición de KWS es una más de las muchas expansiones recientes de GDM. Otras incluyen la adquisición de Biotrigo, empresa de mejora genética de trigo con sede en Brasil y Argentina, y también su entrada en el mercado estadounidense a través de múltiples adquisiciones y asociaciones estratégicas. En 2021, GDM adquirió Local Seed Company, un actor clave en el mercado regional de semillas de maíz, soja y trigo en Tennessee, Kentucky, Mississippi, Arkansas y Alabama. En 2022, GDM adquirió W.S. Seeds, que pasó a llamarse Mustang Seeds en 2023. La incorporación de Mustang Seeds a su cartera permitió a GDM acceder a los agricultores de Kansas, Missouri y Nebraska. También en 2022, GDM creó Traitology, una empresa de descubrimiento de genes en el Triangle Park de Carolina del Norte.

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