El ritmo del cambio climático que está experimentando el mundo es mucho mayor que cualquier otra cosa que hayamos vivido antes. En Tropic, nos centramos en el sector de los cultivos tropicales, principalmente la banana, el arroz y el café. Se trata de sectores que hoy sufren enormemente las consecuencias del cambio climático.
Ya estamos viendo impactos del cambio climático de muchos tipos, incluyendo el aumento de los precios para los consumidores. El arroz ha subido casi un 30%; las bananas están amenazadas; el café se ha disparado. Nuestro objetivo es trabajar con estos cultivos grandes e importantes y ayudar a adaptarlos a los desafíos que estamos viendo hoy en todo el mundo. Para ello, la edición genética desempeña un papel muy importante.
Para la mayoría de los cultivos que queremos adaptar, una opción es el fitomejoramiento. Llevamos más de 10.000 años mejorando nuestros cultivos alimentarios de forma consciente o sin saberlo. Sin embargo, en el caso de determinados cultivos, el fitomejoramiento es sumamente difícil. Si tomamos como ejemplo las bananas, que no tienen semillas, el fitomejoramiento no es realmente una opción. Para modificarlas (sobre todo de forma no transgénica) y hacerlas más resistentes a enfermedades o más nutritivas, se recurre a la edición genética. Dudo que hubiéramos podido lograr las importantes mejoras que tenemos en las bananas sin la edición genética.
El café es otro ejemplo. Aunque se trata de un cultivo de reproducción sexual, la obtención de nuevas variedades de café es un proceso muy lento. De hecho, la obtención de una nueva variedad puede llevar hasta 30 años. El uso de la edición genética puede aportar soluciones mucho más rápidas.
El fitomejoramiento de los cultivos requiere la aplicación de un conjunto de tecnologías. La edición genética es uno de los componentes de ese conjunto. Desde luego, no es la única herramienta, pero sin ella no habríamos llegado a donde estamos y no tendríamos necesariamente un sólido camino hacia el futuro.
¿Qué nos espera? Tengo la impresión de que apenas estamos en las fases iniciales de la tecnología de edición genética. Veo mucho más potencial por delante en términos de avance tecnológico. Hoy en día, creo que casi todos los estudiantes de doctorado que estudian biología utilizan la tecnología de edición genética CRISPR de una forma u otra, y creo que el acceso y las oportunidades van a seguir creciendo.
En los próximos años, es probable que veamos sólo un puñado de productos editados con CRISPR comercializables en el mercado, pero en la próxima década veremos cientos de productos diferentes. ¿Por qué? Un aspecto importante es el cambio a nivel de los consumidores.
Creo que la gente está sintiendo mucho los efectos del cambio climático, y creo que la necesidad de utilizar estas tecnologías se ha vuelto algo crítica. La gente comprende cada vez más que si no actuamos recurriendo a las nuevas tecnologías, nos resultará muy difícil luchar contra el cambio climático y al mismo tiempo mantener al mundo alimentado.
Por ahora, tenemos que seguir desarrollando la tecnología para hacerla aún más accesible, más eficaz y más eficiente. Mientras tanto, también debemos trabajar en el aspecto normativo. Tropic ha recibido autorizaciones reglamentarias en los Estados Unidos, Filipinas, Honduras y Colombia. La normativa exige que empresas como la nuestra inviertan en buenos recursos, marcos e infraestructuras reglamentarias.
Han habido voces planteando que estas tecnologías no sean patentables para así maximizar su acceso. Es un viejo dilema que afecta a muchos sectores. Por un lado, entendemos perfectamente que la gente quiera que las tecnologías beneficiosas sean accesibles. Pero la contrapartida, lamentablemente, es que si no se crea un sistema que permita a la gente beneficiarse de la innovación, no habrá tanta innovación. El sistema de patentes se ha elaborado cuidadosamente para crear un enfoque equilibrado que funcione globalmente para todas las tecnologías e industrias. En cambio, la regulación tiende a ser específica y a adaptarse a las necesidades de un sector en particular. Nuestros legisladores deben alcanzar un equilibrio: la regulación de los cultivos editados genéticamente debe crearse de una forma meditada que no desincentive la innovación. Sin los incentivos a la innovación que ofrece el sistema de patentes, los innovadores, tanto los particulares como las empresas, podrían no emprender los largos y costosos esfuerzos de sacar nuevos productos al mercado.
En Tropic, nuestro equipo está muy motivado de ayudar a resolver los grandes problemas mundiales. Nuestro lema interno es: ‘Llevamos la innovación genética a las personas y a los lugares que más la necesitan’. Vemos cuánto está sufriendo una gran parte de la humanidad. No cabe duda de que la edición genética es una parte fundamental y crítica de esa solución, una ciencia realmente necesaria”.