Juan Kiekebusch, coordinador del grupo de innovación en fitomejoramiento y biotecnología de la Asociación de Semillas de las Américas, habla de las bondades de las nuevas herramientas que impulsan la innovación en el sector.
Seed World (SW): ¿Cómo comenzó a trabajar en biotecnología?
Juan Kiekebusch (JK): Siendo jefe de investigación de una empresa de semillas en América Latina pude observar los avances en el desarrollo de la biotecnología, básicamente OGM’s, en la sede de la empresa. Al solicitar la inclusión de Argentina en el programa de desarrollo de OGM Bt para maíz la condición clave para hacerlo era que el país contara con una normativa oficial de bioseguridad funcional. Este fue nuestro primer desafío con las autoridades que se logró en 1991, a partir de allí pudimos impulsar el desarrollo del maíz Bt, comenzando en Argentina.
SW: ¿Qué es lo que más le gusta de trabajar en el ámbito de la innovación en el cultivo de plantas y la biotecnología? ¿Qué le entusiasma de su trabajo?
JK: La innovación en el fitomejoramiento (PBI) es la clave del éxito en el negocio de las semillas. Tener alguna ventaja en la calidad de las semillas que se ofrecen es tanto o más importante que la propiedad intelectual, por lo que tenemos que ofrecer una innovación constante a nuestros clientes. Las herramientas biotecnológicas, como la edición genética, nos dan la posibilidad de impulsar la innovación. Esto es lo bonito del trabajo.
SW: He oído que también ayudó a introducir el maíz Bt en Sudamérica, concretamente en Argentina. ¿Cómo fue el proceso?
JK: Como ya se ha mencionado, tras la creación de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología (CONABIA) en Argentina, solicitamos permisos de investigación con maíz Bt. Mi equipo obtuvo el primer permiso de investigación de maíz Bt en 1991 y también obtuvo la primera aprobación comercial de maíz Bt en América Latina (1998). Estas aprobaciones abrieron oportunidades de negocio completamente nuevas para el negocio de las semillas. Más tarde, también obtuvimos en Brasil la primera aprobación mundial de un evento que controla eficazmente Spodoptera sp. (gusano cogollero)) y que está presente en muchos híbridos de varias empresas multinacionales de semillas.
SW: ¿Qué acogida tienen en Sudamérica las nuevas tecnologías de cultivo de plantas, me refiero a los OGM, la edición de genes, etc.?
JK: En general, estas tecnologías fueron bien recibidas en América del Sur, el aumento de la productividad del agricultor utilizando OGM fue tal que la adopción de estas tecnologías fue muy rápida, en pocos años la adopción alcanzó más del 90%. En el caso de la edición génica la industria apenas está desarrollando los primeros productos comerciales y está siendo utilizada en una amplia gama de programas de mejoramiento (amplia en términos de especies, países e instituciones/empresas). La edición génica puede evolucionar como un gran avance tecnológico como lo fue la hibridación en el pasado, por lo que esta tecnología supone un gran paso adelante para el fitomejoramiento.
SW: ¿Ve algún desafío para el sector de las semillas en relación con la biotecnología en el futuro de las Américas?
JK: Los desafíos tecnológicos siempre están presentes, pero se superarán con mucho trabajo y sin mayores problemas. El gran desafío es la aceptación por parte de la sociedad, no tanto en América, pero sí en el resto del mundo. La educación, la comunicación y la transparencia son elementos clave para la aceptación del fitomejoramiento; Aquí toda la cadena de valor tiene que trabajar conjuntamente con mensajes comunes y consensuados. Los primeros esfuerzos en este sentido están en marcha, pero aún queda un largo camino por recorrer.
SW: ¿En qué espera centrarse en los próximos años en la SAA en relación con la biotecnología y el fitomejoramiento?
JK: Básicamente, se trata de centrarse en los desafíos mencionados en la pregunta anterior. Tenemos que trabajar con muchas partes interesadas a lo largo de la cadena de valor, junto con las que representan a nuestra industria de semillas, persiguiendo la aceptación de estas nuevas tecnologías en todo el mundo. Nuestra región cuenta con muchos países exportadores de alimentos y piensos, por lo que la aceptación por parte de la ROW es importante y podemos apoyar este objetivo.
Asimismo, uno de nuestros objetivos clave es apoyar a nuestros miembros, las Asociaciones Nacionales de Semillas (ANS) y las empresas en sus actividades nacionales relacionadas con la biotecnología, así como representarlos a nivel internacional, buscando el desarrollo del fitomejoramiento y fomentando al mismo tiempo la mejora de las semillas y el libre movimiento transfronterizo de semillas con normativas sólidas basadas en la ciencia.
