A medida que la economía y el sector agropecuario de Uruguay siguen creciendo, el país se consolida como un gran socio para la industria semillera.
Bienvenido al 8° Congreso de Semillas de las Américas, con sede en Punta del Este, Uruguay.
Cuando se habla de Uruguay, ¿qué es lo primero que se le viene a la cabeza? Si; la primera imagen es su relieve suavemente ondulado, sus pasturas naturales, sus grandes cantidades de ganado y clima templado, pensará también inmediatamente, en su pujante sector agrícola.
Según la Enciclopedia de las Naciones, la geografía uruguaya es la más adecuada para la agricultura, con vastas tierras para el ganado vacuno y ovino: el 90% del campo uruguayo es apto para este tipo de producción a “cielo abierto”.
Desde la década de 1990, la agricultura uruguaya ha seguido creciendo y prosperando. Según un informe realizado por la agencia responsable de la promoción de exportaciones, inversiones e imagen país, Uruguay XXI, el PIB de la agricultura uruguaya creció a tasas cercanas al 2% anual, registrando de forma destacada, altas tasas de crecimiento hasta 2008, especialmente en los sectores de la silvicultura y la producción de granos. Por si fuera poco, en términos de PIB, la agricultura aporta aproximadamente el 25%, – es considerada la principal fuente de divisas y pone a Uruguay en línea con otros exportadores de agricultura como Brasil, Canadá y Nueva Zelanda.
Además de las pasturas y la ganadería, Uruguay tiene una gran diversidad de cultivos agrícolas que se pueden apreciar en los campos de todo el país. El Servicio de Agricultura Exterior del USDA informa que entre 2017 y 2021, los principales rubros de producción en Uruguay son soja, trigo, cebada, maíz y arroz en todo el país. Actualmente la colza surge como un cultivo prominente. Su mayor producto de exportación fue la soja: durante los cinco años, el USDA informó que hubo un promedio de 1.976.000 millones de toneladas de soja cosechadas. Entre 2021 y 2022, Uruguay produjo 2.020.000 millones de toneladas de soja y se estima que producirá más de 2,5 millones de toneladas en la temporada de cosecha de 2022.
Según la consultora Deloitte S.C., el mercado local de semillas en Uruguay sigue creciendo y prosperando. Durante el año de cosecha 2017-2018, informó que el mercado potencial de semillas locales para las especies analizadas (cultivos de verano, cultivos de invierno y leguminosas) ascendió aproximadamente a 200 millones de dólares. Si se consideran las exportaciones, el mercado potencial de semillas habría superado los 225 millones de dólares.
Pero más concretamente, Uruguay ha impulsado un periodo de crecimiento y seguridad para el sector semillerista, no sólo garantizando un mercado en crecimiento, sino fomentando un marco normativo seguro y predecible para la industria.
Según un estudio encargado por la Iniciativa de Asociación Mundial para el Desarrollo de la Capacidad de Mejora Vegetal a través de la FAO, en Uruguay “existe una estrecha integración entre la investigación con los agricultores organizados y las cadenas de valor agroindustriales, y la investigación ha sido apoyada por un impuesto específico sobre la producción agrícola. Se reconocen los derechos de los obtentores vegetales y existe un sistema público-privado que garantiza el pago de regalías [valor tecnológico] a los titulares de derechos de obtentor, incluso sobre las semillas para su propio uso.”
Además, Uruguay está trabajando en la aplicación de muchas de las normas de la UPOV 91, aunque actualmente sigue la UPOV 78. También se señala que, en 1981, Uruguay implementó su propia Ley de Semillas, con importantes revisiones realizadas en 1997 y 2009. El organismo de aplicación de dicha normativa es el Instituto Nacional de Semillas (INASE). La Ley de Semillas incluye la producción y el uso de semillas de calidad, el apoyo a la liberación de nuevos materiales genéticos, la protección de los derechos de propiedad intelectual y las normas para la producción, el comercio y la certificación de semillas, según las fuentes consultadas.
Otras de las grandes fortalezas es su institucionalidad donde el sector oficial a través del INASE, y Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (en particular la Dirección General de Servicios Agrícolas), en conjunto con las asociaciones semilleras (Cámara Uruguaya de Semillas, CUS; Asociación de Productores de Semillas, ANAPROSE y la Asociación de Obtentores Vegetales, URUPOV), entre otros actores, han logrado proveer de garantías e innovación al sistema en su conjunto.
Conversado con varios actores locales, todos coinciden en reafirmar que, en los últimos años, el volumen de semillas certificadas producidas y comercializadas en el país ha aumentado de forma constante, lo que indica la existencia de un marco normativo sólido.
Finalmente, no nos equivocamos si decimos que, en los últimos años esta corriente exportadora, más que duplicó sus volúmenes y amplió en manera importante los destinos de éstas.
Hoy en día Uruguay, a través del INASE, brinda la posibilidad de realizar certificaciones OECD y AOSCA, así como análisis de calidad de semillas ISTA y Mercosur generando garantías y transparencia a todos los procesos.
Actualmente se exporta semillas de distintas especies a más de 20 países, de todos los continentes, siendo las más importantes las especies forrajeras, seguidas por la soja, cebada, arroz y sorgo. En volúmenes menores, pero en sistemas de alta tecnificación y control, Uruguay realiza producción de contra-estación para soja e incrementos de líneas experimentales de maíz.
Asegúrese de disfrutar de todo lo que ofrece Uruguay durante su visita al Congreso de Semillas de las Américas.
ALGUNOS NÚMEROS:
- Más de 2,5 millones de toneladas es la cantidad de soja que se prevé producir en Uruguay durante la campaña de 2022.
- 771.000 es el promedio de 5 años de trigo producido en Uruguay entre 2017 y 2022.
- El 25% es la cantidad de PIB que la agricultura aporta a la economía uruguaya.
- El 90% de la superficie de Uruguay se destina al sector agropecuario
